Dar espacio al talento azuayo para que muestre sus condiciones y refuerce los diferentes clubes del país a corto y mediano plazo, es un objetivo que motivó a la Academia de Fútbol Alfaro Moreno a trabajar en la legalización de un club con el que puedan competir en el balompié de Segunda Categoría.
Una vez que recibió los requisitos para afiliarse a la Asociación de Fútbol del Azuay y ser reconocido por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, la institución naranja aspira tener lo más pronto posible los documentos en regla, aunque hay exigencias que a veces frenan cualquier buena intención, confiesa Brandon Bermeo, coordinador de la Academia en la provincia.
“Lo que pide la Ecuatoriana para los clubes de Segunda frena mucho la expectativa que tenemos… presentar roles de pago de los chicos, el presupuesto son situaciones que se pueden cumplir pero es difícil presentar varias al mismo tiempo”.
Los trámites, entre ellos la elaboración de un Estatuto, van por buen camino, sin embargo, el tiempo les podría resultar corto. “Debido al Mundial, el campeonato puede empezar a fines de febrero o marzo, esperemos que hasta esa fecha podamos contar con el club o Dios mediante seria para el año que viene pero ya quedaría organizado y formado el club”.
Como en Guayas ya participa la Academia en el campeonato de ascenso y al no poder llevar el mismo nombre en Cuenca, los mentalizadores eligieron Atenas Fútbol Club. La razón social cambiaría desde la sub 14. De la sub 12 hacia abajo mantendría su nombre. Al momento, forma a 230 chicos quienes tendrán la prioridad de jugar en el Ascenso si continúan en el proceso.
Brandon asegura que formarán un equipo competitivo, para ello tienen previsto un presupuesto de 50.000 dólares. Cuentan con el apadrinamiento del empresario Francisco Machuca y con el respaldo de Alfaro Moreno para reforzar al plantel con elementos de las filiales de Guayas.
Los entrenamientos se desarrollan en la cancha del parque Jacaranda hasta que se logre algún convenio con alguno de los cuarteles militares de la ciudad.
Fuente Diario El Mercurio
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